La mujer era considerada una COSA, un objeto de pasión, instrumento de placer; la mujer bella,
pudorosa, y amante era lo que el hombre necesita para saciar sus hambres
concupiscentes y luego era ignorada.
La mujer ha fracasado en el intento de ser influencia para
con sus hijos, pues su palabra resulta desautorizada, desprestigiada, por el
hecho de ser mujer, sólo estaba limitada a tener una moral religiosa, sumisa en
la fe y en los qué haceres, en cuidar a los hijos y ser la compañía de los
esposos y muchas veces resultaba ser un fastidio para ellos; los hombres en
cambio eran quienes podían adquirir distintos conocimientos en universidades,
podían leer libros y educarse.
“Ella será como la
gota de agua cayendo siempre en el mismo punto, hasta que llegue a horadar el
muro fortísimo levantado por las preocupaciones y la ignorancia”
La mujer es sinónimo de progreso, de avance, es por esto que
los varones sintieron cierto temor al
poder ser desplazados por una mujer culta y educada con la capacidad de
cuestionar o refutar lo que ellos afirmaban, en su ignorancia apostaban por
aquella mujer sumisa que no debía meterse en asuntos de hombres, que no podía pensar,
opinar, ni mucho menos tener posesión de la verdad.
La solución a esta situación podía ser sólo una ilustrar
mucho a la mujer, darle la oportunidad de ser educada de poder opinar, exigir,
debatir pues mientras las mujeres sean ignorantes y fanáticas, los hombres
serán escépticos e inmorales.
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