Luego de quedar libres de los españoles y obtener la
independencia tan deseada por todos los peruanos, pace ser que no existe cambio
alguno interesante en la vida del hombre peruano; pues las injusticias
continúan, existe una mala y lenta administración del progreso del estado,
entre otros; pero esto es sólo una parte, con cierta razón y fundamento, pero
existe algo más que no todos ven.
Bartolomé Herrera en su famoso sermón el 28 de julio de
1846, sostiene que el Perú debía separarse de España porque era un pueblo
“enteramente nuevo” y por ende había la necesidad de asumir el gobierno de lo
propio, de lo que nos pertenecía por derecho, por ser hijos de estas tierras
del Perú. El sólo hecho de la conducción del país entregado a manos peruanas es
un cambio social legítimo y muy significativo.
Es el ejercicio del derecho al propio gobierno.
La Independencia aparece como una afirmación del ser del
Perú; se buscaba integrar a nuestros hombres con evidentes matices culturales,
sobre el mestizaje común, se buscaba unir más y más una inmensa geografía,
también una mejor en la vida de todos los peruanos. La presencia del Estado
peruano que habla en nombre propio, en nombre de la nación, es una de las
expresiones interesantes de la nueva “época”.
Los límites de la República no son consecuencia de una victoria
militar, ni de una negociación política, son obra de la misma historia. El territorio del Perú es obra de la
historia. Otro camino que explica la realidad humana del nuevo Estado, es el
principio de la libre determinación de los pueblos, en las actas se manifiesta
la voluntad de romper el vínculo político con España y de pertenecer a la nueva
organización del Perú, entonces podemos ver aquí la gran iniciativa de las
personas por ser reconocidos como un estado sólido: COMO PERUANOS.
La comunidad peruana, raíz fundamental de la Independencia,
gana su “forma” plena con la Emancipación política y con la fundación del
Estado. Y para qué la independencia pues como tema de trasfondo los peruanos
debemos perfeccionar e integrar mejor la sociedad peruana bajo un signo de
justicia y en diálogo con todos los pueblos de la Tierra. Este es el ideal de
los precursores y de los hombres que vencieron en la lucha por la afirmación de
una singularidad espiritual, obra de la historia.
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